¿Qué es Mindfulness?

Qué es Mindfulness y por qué lo puedes practicar mientas te comes una ciruela

Mindfulness ha sido traducido en la mayoría de programas de entrenamiento por “Atención Plena”. Sin embargo, en la lengua pali, el término equivalente sería realmente “SATI”.

Mientras que “Atención Plena” hace realmente referencia a la palabra en pali, “SAMADHI”.

SATI se podría definir como “Atención Vigilante o Metatención”. Y el entrenamiento en Mindfulness se basa en la regulación ejecutiva de nuestra Atención.

La Atención funciona con 3 movimientos básicos:

      1º Se orienta

      2º Se engancha. Necesita identificarse para que la consciencia conozca esa realidad.

      3º Se desengancha. Necesita desengancharse para continuar con otra cosa.

Nuestra atención está entrenada a desengancharse, dando lugar a lo que conocemos como “mente mono”. Y la práctica formal de la serenidad precisamente busca “enganchar” nuestra atención a la respiración, para desengancharla del resto de estímulos.

Y ¿por qué es tan importante aprender a regular nuestra atención?

La Atención es el proveedor de estímulos de nuestra consciencia (que, en definitiva, es lo que estamos viviendo). La Atención, por tanto, es el mecanismo que tenemos para discriminar los estímulos que recibimos y elegir los que llegan a nuestra consciencia.

Por este motivo podríamos decir que vivimos aquello en lo que enfocamos nuestra atención. De ahí la importancia de aprender a entrenar la capacidad de dirigir nuestra atención al objeto que deseemos o necesitemos en cada momento, para así no permanecer a la deriva de todo lo que pueda aparecer en nuestro campo de percepción.

Sólo así podremos ser los/as auténticos/as dueños/as de nuestra propia vida, o sea, un jinete que lleva las riendas y no un jinete sobre un caballo desbocado y sin riendas.

La práctica de Mindfulness, por tanto, no equivale únicamente a los momentos de Meditación Formal, sino que engloba una serie de prácticas para llevar a cabo en nuestro día a día y que buscan entrenarnos en la regulación ejecutiva de nuestra atención.

Si reducimos la enseñanza de Mindfulness a los veinte minutos de meditación formal en el cojín, es muy probable que acabemos usando la meditación como refugio y que no seamos capaces de trasladar ese estado a nuestro día a día, con la frustración que eso conlleva…

Porque,¿cómo es la sensación de levantarte de tu sesión de meditación  en equilibrio y enfocado/a y volver a encontrarte fuera de ti a los cinco minutos, cuando vuelves a tu vida?

Claro… esto pasa, y mucho…porque realmente la Meditación Formal no es más que un laboratorio en el que practicamos lo que luego debemos llevar a nuestra vida real. Si pones todo tu energía sólo en los 20 minutos que dura la meditación, tu vida o, más bien, la forma en la que te relacionas con lo que en ella ocurre, no va a cambiar en absoluto. Quizás consigas más serenidad, pero nada más allá de eso…

Por eso es tan importante seguir un programa o sistema de entrenamiento que contemple el espacio meditativo y todos y cada uno de los instantes de tu día a día.

Poco a pooooco…no te agobies! Como digo, es un entrenamiento, y no se hace músculo en dos días, verdad??

Sin embargo, teniendo en cuenta lo anterior,  la práctica meditativa formal es fundamental para cultivar una serie de condiciones necesarias para transformar una vida vivida al 50% en una vida vivida en 3D, en una vida Mindful. 

Cuando activo mi “modo Mindful”, aprovecho de la experiencia de comer una ciruela, el 100% de esa experiencia. Y eso no está pagado, creeme. Y así con todo…

Pero para ello debo entrenar previamente mi mente. Ésta es la única manera de que mi atención (mi mente) no se vaya a lo que tengo que hacer más tarde, impidiéndome disfrutar de esa experiencia.

Sólo cuando toda mi atención está puesta en la experiencia de comerme esa ciruela, saboreo realmente la ciruela, disfruto realmente de todos los matices, de su olor, de sus colores, de sus texturas en la boca…

En definitiva, a través de la Meditación Formal:

                1.- Activamos la actividad parasimpática de nuestro sistema nervioso, esto es, generamos calma y relajación,  reducimos el estrés  y aliviamos la tensión física y psicológica.

                2.- Aprendemos y practicamos la regulación ejecutiva de nuestra atención en este pequeño laboratorio.

                3.- Aprendemos a no identificarnos con nuestros pensamientos.

De ahí la importancia de la práctica diaria.

En nuestra sociedad simbólica, el pensamiento está sobrevalorado… Vivimos identificados con nuestros pensamientos y eso genera estados psicológicos muy disfuncionales.

Cuando, a través de la práctica de Mindfulness, aprendo a quitar la atención de mis pensamientos, éstos se disuelven, ya que nuestros pensamientos viven y se alimentan únicamente de nuestra atención.

A través de la Meditación y la práctica de Mindfulness aprendo a no identificarme con mis pensamientos, sin pelearme con ellos. Y eso es muy liberador…

Dedicaré otro post a explicarte en qué se diferencia el programa MBMB, uno de los métodos que yo aplico. El método MBMB ha sido desarrollado por Santiago Segovia, Doctor en Psicología, Catedrático de Psicobiología, Director hace unos años del Instituto Universitario de Investigación de la UNED y pionero en introducir esta práctica en el ámbito de la psicología académica. Y del cual tengo el honor y la inmensa suerte de haber sido alumna.

Muchas gracias por tu atención.

Te mando un beso gigante y deseo que estés bien!! Seguimos hablando…